Servicios de Rehabilitación
Entrenamiento en las actividades de la vida diaria
Rehabilitación sensoriomotora
La rehabilitación sensoriomotora utiliza ejercicios específicos para recuperar la coordinación, el control muscular y la sensibilidad tras lesiones o condiciones neurológicas.
Confección de férulas y productos de apoyo
Realización de férulas y producción de productos de apoyo para adaptar utensilios de la vida diaria
Las actividades de la vida diaria son tareas esenciales como vestirse, bañarse, comer, ir al baño, movilizarse y mantener higiene personal.
Actividades de la Vida Diaria
Actividades Instrumentales (AIVD)
Las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD) son tareas más complejas que permiten a una persona vivir de manera independiente en la comunidad. Aunque no son tan básicas como las ABVD, son esenciales para el funcionamiento cotidiano. Entre ellas están:
Preparar comidas: Cocinar o calentar alimentos.
Gestión del hogar: Limpiar, hacer la colada o mantener el hogar en orden.
Manejo del dinero: Pagar facturas, hacer compras o llevar el control financiero.
Uso de transporte: Conducir o usar transporte público para desplazarse.
Actividades Avanzadas (AAVD)
Actividades Básicas (ABVD)
Las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) son aquellas acciones esenciales que una persona realiza para cuidar de sí misma y mantener su bienestar físico. Estas tareas son fundamentales para la independencia de cualquier individuo. Ejemplos comunes incluyen:
Higiene personal: Lavarse los dientes, bañarse o ducharse.
Vestirse: Ponerse o quitarse la ropa, incluyendo el uso de prótesis si es necesario.
Alimentación: Manejo de cubiertos, llevarse el alimento a la boca, comer y beber.
Movilidad funcional: Levantarse de la cama, caminar, y cambiar de posición.
Las Actividades Avanzadas de la Vida Diaria (AAVD) son tareas más complejas que requieren un mayor nivel de habilidad física, cognitiva y social. Estas actividades permiten a las personas participar activamente en la comunidad y mantener una vida más rica y significativa. Su ejecución requiere un mayor nivel de independencia y no son esenciales para el funcionamiento básico diario, pero contribuyen al bienestar emocional y social. Entre ellas se incluyen:
Participación social: Mantener relaciones sociales, asistir a eventos, y participar en grupos comunitarios o actividades recreativas.
Trabajo o estudio: Desempeñarse en un entorno laboral o académico, seguir una carrera o continuar formándose.
Hobbies y tiempo libre: Realizar actividades de ocio como practicar deportes, tocar un instrumento o hacer manualidades.
Voluntariado: Involucrarse en actividades altruistas o comunitarias, como trabajar en una ONG.
Rehabilitación Sensoriomotora
Reeducación Sensorial
La reeducación sensorial se centra en restaurar o mejorar la capacidad del sistema nervioso para procesar y responder a los estímulos sensoriales. Los dos sentidos clave en esta rehabilitación son:
Tacto: La capacidad de percibir texturas, temperaturas, presión y dolor. La rehabilitación sensorial trabaja para reactivar o mejorar estas percepciones, cruciales para la protección del cuerpo y para el correcto manejo de objetos.
Propiocepción: El sentido de la posición y el movimiento del cuerpo en el espacio. Es fundamental para realizar movimientos sin necesidad de mirarlos constantemente. La pérdida de este sentido puede provocar torpeza, falta de control y mayor riesgo de caídas.
Sensibilidad al dolor: La capacidad de percibir estímulos dolorosos puede estar alterada y es fundamental para la protección ante posibles daños.
Sensibilidad térmica: Sentir el calor y el frío permite responder adecuadamente a cambios ambientales, evitando situaciones peligrosas como quemaduras o hipotermia.
La reeducación sensorial es crucial para mejorar la capacidad de la persona de interactuar con el mundo que la rodea. Un tacto adecuado permite manipular objetos con mayor precisión, mientras que una buena propiocepción es clave para el control motor y el equilibrio. Sin un buen procesamiento sensorial, incluso los movimientos más simples pueden resultar inseguros o torpes.
Rehabilitación Motora
La rehabilitación motora se enfoca en recuperar las capacidades físicas y funcionales que pueden haberse visto afectadas por una lesión, enfermedad neurológica o discapacidad. Este proceso abarca una serie de ejercicios y técnicas dirigidas a mejorar varios componentes esenciales del movimiento:
Fuerza: La capacidad de los músculos para generar tensión. Aumentar la fuerza muscular es clave para realizar actividades diarias como caminar, levantar objetos o mantener la postura.
Coordinación: La habilidad para realizar movimientos precisos y controlados. Se trabaja para mejorar la interacción entre diferentes músculos y articulaciones, lo que permite movimientos fluidos y eficientes.
Velocidad: La capacidad de realizar movimientos de forma rápida y eficaz. En la rehabilitación, se busca aumentar la velocidad sin sacrificar el control y la precisión.
Equilibrio: Fundamental para mantener una postura estable y prevenir caídas. El trabajo en equilibrio se realiza tanto en posición estática como dinámica.
Movilidad articular: El rango de movimiento en las articulaciones, que es necesario para realizar cualquier actividad sin limitaciones.
La rehabilitación motora integral ayuda a recuperar la funcionalidad y autonomía de la persona, permitiendo realizar actividades básicas y avanzadas de la vida diaria. Un buen equilibrio entre fuerza, coordinación, y velocidad optimiza los movimientos, mejorando la calidad de vida y reduciendo el riesgo de futuras lesiones.
Confección de férulas y asesoramiento en productos de apoyo
La confección de férulas para la mano es un proceso terapéutico utilizado para inmovilizar, corregir o dar soporte a estructuras lesionadas o debilitadas de la mano. Estas férulas pueden ser personalizadas, adaptándose a la anatomía del paciente y las necesidades de su condición, como fracturas, contracturas o deformidades. Se elaboran a partir de materiales como el termoplástico, que se ajusta mediante calor, o a partir de otros materiales como la tela con soporte rígido, dependiendo de la funcionalidad que se busque.
El asesoramiento en productos de apoyo implica guiar a las personas en la elección de herramientas o dispositivos que mejoren su funcionalidad diaria. Estos productos incluyen desde ayudas técnicas para la movilidad (muletas, sillas de ruedas) hasta dispositivos para actividades cotidianas (adaptaciones para comer, escribir o vestirse), con el objetivo de facilitar la independencia y mejorar la calidad de vida de personas con limitaciones físicas.